martes, 5 de octubre de 2010

No es qué, si no quién

Hay algo que no me deja ver a través de estos ojos. No, no estoy ciego. Estoy encerrado en una caja de madera que no es un ataúd. Algunas veces me dejan algo de comer para sobrevivir pero no estoy seguro del todo que quieran que viva. Escucho, es todo lo que puedo hacer aquí dentro, dan órdenes a diestro y siniestro. Sospecho que será el capitán y que voy en algo que va a través del mar.
Hemos llegado. Le escucho decir cuando me dan en la cabeza y me quedo inconsciente, el somnífero más barato. Estoy abriendo los ojos y me encuentro ante un amigo del pasado, lo que yo llamo un “hermano”.
Veo ante mí una caja o casa de madera sin ventanas, no sé muy bien, de color blanco. Me sientan y me amordazan, cuando les pido una explicación de que me van hacer no dicen nada pero cierran la puerta con llave.
Al poco tiempo unas enormes especies de ruedas de un color cobrizo y de un tamaño considerable empiezan a vibrar, hacen ruidos cada vez más ensordecedores y expulsan finas líneas de color blanco y dorado que lo envuelven todo, a mí, a las grandes ruedas y a la habitación. Todo me da vueltas. Me siento como dentro de en un enorme microondas. No puedo más, el calor me abrasa y cierro los ojos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pinterest

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...