lunes, 10 de diciembre de 2012

El curioso incidente del perro a medianoche de Mark Haddon

Christopher Boone, un chico de quince años y que tiene síndrome del sabio, lo que provoca que no pueda comunicarse debidamente con las personas de su alrededor, empezando por su familia hasta los compañeros de clase al que asiste, que también tienen otros tipos de problemas psíquicos.


Poco después de la medianoche, Christopher se encuentra con un perro ensangrentado y muerto por una horca. Es por ello por lo que decide escribir un libro escribiendo todo lo que le suceda durante la investigación, aportando todos los detalles posibles del suceso, además de lo que acontece a su alrededor y su propia vida, que para su pesar, esta por descubrir como el asesino del pequeño animal.

Haddon nos narra una historia entrañable escrita de una forma muy especial, y con un tono directo y de fácil lectura, además se aprecia muy de cerca los sufrimientos que ocasiona el problema del protagonista y que trata de contrarrestar en lo posible. A lo largo de la novela nos damos cuenta de que Christopher es capaz de solucionar complicados problemas matemáticos y de comprender además de escribir complejas ecuaciones. Una historia directa y que, al leerla nos emotiva con las reflexiones, explicadas de forma simple, que también cuenta en su libro las cuales nos emocionaran con las dificultades a las que tiene que enfrentarse debido a su forma de ser.

Recomendado para aquellos que quieran descubrir a un simpático y directo detective, el cual admira a Sherlock Holmes, también para aquellos que les guste el misterio con imprevisibles final además de una historia cercana a pesar de tratar un tema difícil. Y por último para aquellos que gusten de historias singulares, únicas e increíbles que llegan por su historia además de su originalidad.

Extractos:

Llegué a una habitación subterránea más pequeña, y había montones de gente y columnas que tenían luces azules en el suelo alrededor de la base y me gustaron, pero no me gusta la gente, así que vi un fotomatón como uno al que fui el 25 de marzo de 1994 para hacerme mi foto para el pasaporte, y entré en el fotomatón porque era como un armario y en él me sentía a salvo y podía mirar afuera a través de la cortina.
Investigué un poco observando y vi que la gente metía billetes en unas puertas grises y pasaban a través de ellas. Algunos compraban billetes en unas grandes máquinas negras en la pared.
Y vi hacer eso a 47 personas y memoricé lo que tenía que hacer. Entonces imaginé una línea roja en el suelo y caminé hasta la pared donde había un cartel con una lista de sitios a los que ir y estaban en orden alfabético y vi Willesden Green y decía 2,20 £ y entonces fui a una de las máquinas y había una pequeña pantalla que decía SELECCIONE TIPO DE BILLETE y apreté el botón que la mayoría de gente apretaba, que era IDA ADULTO y 2,20 £ y la pantalla dijo INTRODUZCA 2,20 £ y yo metí 3 monedas de 1 £ en la ranura y se oyó un tintineo y la pantalla dijo RETIRE SU BILLETE Y SU CAMBIO y había un billete en un pequeño agujero en la parte inferior, y una moneda de 50 p y una moneda de 20 p y una moneda de 10 p. Me metí las monedas en el bolsillo y fui a una de las puertas grises, metí mi billete en la ranura y desapareció y salió por el otro lado de la puerta. Y alguien dijo «Venga, espabila» y yo hice el ruido como el del perro que ladra y caminé y esa vez la puerta se abrió y cogí mi billete como hacía la otra gente y me gustó la puerta gris, porque también era como una película de ciencia ficción sobre el futuro.
Entonces tenía que decidir hacia dónde ir, así que me apoyé contra una pared para que la gente no me tocara, y había un letrero para la Línea Bakerloo y Línea District y Circle pero ninguno de Línea Jubilee como había dicho la señora, así que decidí ir a Willesden Junction en la Línea Bakerloo.

Me doy cuenta de que he dicho una mentira en el Capítulo 13, al decir «Yo no sé contar chistes ni hacer juegos de palabras», porque sí que sé contar 3 chistes, porque los entiendo, y uno de ellos es sobre una vaca. Siobhan me dijo que no tenía que volver atrás y cambiar lo que escribí en el Capítulo 13 porque no importa, porque no es una mentira, tan sólo una aclaración.
Y éste es el chiste.
Hay tres hombres en un tren. Uno de ellos es economista, el otro lógico y el tercero matemático. Acaban de cruzar la frontera para entrar en Escocia (no sé por qué van a Escocia) y ven una vaca marrón en un campo desde la ventanilla del tren (la vaca está paralela al tren).
Y el economista dice:
—Mirad, en Escocia las vacas son marrones.
Y el lógico dice:
—No. En Escocia hay vacas de las cuales una, por lo menos, es marrón.
Y el matemático dice:
—No. En Escocia hay por lo menos una vaca, un costado de la cual parece ser marrón.
Y es divertido porque los economistas no son en realidad científicos, y los lógicos piensan con mayor claridad, pero los matemáticos son los mejores.
Cuando estoy en un sitio nuevo, como lo veo todo, es como cuando un ordenador está haciendo demasiadas cosas a la vez y el procesador está saturado y ya no queda espacio para pensar en otras cosas. Y cuando estoy en un sitio nuevo y hay montones de personas es incluso más difícil, porque las personas no son como vacas y flores y hierba, y te hablan y hacen cosas que tú no esperas, así que tienes que darte cuenta de todo lo que hay en ese sitio, y además tienes que darte cuenta de las cosas que podrían ocurrir. Y a veces, cuando estoy en un sitio nuevo y hay mucha gente, es como un ordenador que se cuelga, y tengo que cerrar los ojos y taparme las orejas con las manos y gemir, que es como cuando aprietas CONTROL+ALT+SUPR y cierras programas y apagas el ordenador y lo reinicias, para así poder recordar qué estoy haciendo y adónde se supone que debo ir.

Editorial: Salamandra
Autor: Mark Haddon
Páginas: 272
Precio: 17,50 euros

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