domingo, 13 de enero de 2013

Fragmentos Nº99: Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera



Ramiro Pinilla
Antonio B. el Ruso, ciudadano de tercera

—Eh, Ruso, ven p’acá —dice un guardia—. No tengas miedo hombre, que tú eres un valiente para otras cosas. ¿A que nunca habías visto a un gobernador? Pues ahí lo tienes.
—¿Qué es un gobernador? —digo.
—El jefe de todo lo de por aquí. El que manda más, después de Franco. Está de visita, sólo quería veros, pero a este paso no os verá.
El guardia me ha señalado a un hombre que está en el centro de la plaza. Es gordo, con poco pelo y aplastado contra la cabeza, bigote pequeño, y va vestido con chaqueta y pantalones muy nuevos, camisa blanca y una tela colgándole de la nuez del cuello. Le rodean tres o cuatro hombres vestidos como él y un grupo de guardias nuevos en el pueblo. En esto que llega Rogelia, la mujer del pedáneo, con la cara blanca de miedo y una brazada de yerba y la reparte entre aquellos tres cacharros, dejando mañizos en el suelo, delante de los morros. Los hombres bien vestidos y los guardias sueltan una carcajada.
—¿Qué hace esa mujer? —dice el gobernador.
—Dar de comer a nuestras monturas, Excelencia —dice uno de los hombres que visten como él, casi sin poder hablar por la risa.
El gobernador se pone serio.
—Dios mío. ¿A qué sitio hemos llegado? —dice.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Pinterest

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...